As published in El Diario:

Recientemente, varios grupos de abogacía han establecido nuevas metas para la industria de construcción en Nueva York y han decidido enfocarse exclusivamente en pólizas que favorecen a intereses sindicales. Para aquellos que no son parte de un sindicato, es difícil imaginar un futuro positivo si se implementan estas pólizas.

Como defensor de los intereses de trabajadores no-sindicados —mejor conocidos como ‘open shop’—le escribo para pedirle su apoyo en proteger los intereses de los miles de trabajadores del open shop quienes ahora forman parte de la fuerza laboral más grande en la industria de construcción de Nueva York. Le pedimos que reconozca que la industria ha evolucionado y ya no es dominada por líderes sindicales; por eso le urgimos que dedique más recursos a entrenar, emplear y proteger a los obreros neoyorquinos de color, independientemente de que sean parte de un sindicato o no.

Según estadísticas proveídas por la ciudad, alrededor de 80 por ciento de los proyectos de construcción privados en Nueva York son construidos por trabajadores del open shop. Eso suma más de $15 billones en producto laboral. Además, la mayoría de estos obreros son individuos de color, quienes han sido históricamente excluidos de oportunidades en sindicatos.

La realidad es que hoy en día, el open shop contrata una fuerza laboral más diversa y local que cualquier sindicato. No es sorprendente que 3 de cada 4 trabajadores en sitios open shop son latinos o afroamericanos y viven en la ciudad—no en suburbios lejanos. A pesar de la importancia del open shop para el desarrollo de Nueva York, aún somos un grupo menospreciado.

La pieza de opinión de NICE que se publicó en El Diario recientemente comprueba este hecho. Es frustrante ver a otros grupos progresivos ignorar la necesidad de proveer, apoyar y desarrollar oportunidades de trabajo para los trabajadores de color de esta ciudad.

De parte de los miles de trabajadores del open shop, no le pido que ignore a nuestros compañeros en los sindicatos, sino le pido que acontezca la importancia de los obreros del open shop para el éxito colectivo de nuestra ciudad.

Lo que necesitamos es más recursos por parte del estado para financiar y fortalecer programas de aprendizaje e iniciativas de empleo para trabajadores recién entrados al open shop. Aquellos residentes locales y trabajadores de color que han sido excluidos de sindicatos no merecen ser excluidos de la industria entera.

Esta es una oportunidad para que Nueva York se convierta en líder del futuro de la industria de construcción, pero para llegar a esa meta se debe de incluír a los trabajadores del open shop.

The letter in Engish:

Dear Governor Cuomo,

In recent weeks, several nonprofit groups have laid out goals for New York’s construction industry that focus solely on supporting pro-union policies. For people who are not part of a union, it is hard to see the bright future of New York that these organizations have laid out. As an advocate for open-shop construction workers, I’m writing to ask for your support in protecting the livelihood of the thousands of locally based, open shop workers who now make up the dominant labor force in New York City’s construction industry. We ask you to recognize the changing tides of the construction workforce, and provide more resources to
train, employ and protect New Yorkers of color in the construction industry, regardless of whether or not they are part of a union.

Per city data, close to 80% of private construction in New York City is now being done by open-shop workers. That amounts to more than $15 billion worth of work. And, this work is predominately being done by people of color, who have been historically shut out of union opportunities. The reality in today’s construction industry is that open-shop projects are far more likely to employ a racially diverse and locally based workforce. Three out of four workers at open-shop construction sites in New York City are either black or Latino and actually live in the five boroughs.

Despite the significance of open-shop on the development of New York, we are still an underappreciated labor force. NICE’s recent op-ed in El Diario proves this. It is disappointing to see progressive groups ignore the need for job training, support, and opportunities for the city’s working class men and women of
color.

On behalf of the tens of thousands of open-shop workers, I am not asking that you ignore our union friends, but rather acknowledge the importance of open-shop laborers to the continued success of New York.

In 2019, we need more resources from the State to further finance and strengthen training programs and jobplacement initiatives for workers just entering the open shop. Local tax paying residents from the five boroughs who have been excluded from unions should not also face exclusion from working in this industry.
New York can be a leader, but only if its future includes open shop construction workers.

Sincerely,
Construction Workforce Project

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